Soy una persona muy compleja, quizás demasiado. Estoy consciente de mis fortalezas, debilidades…de lo bueno y malo que habita dentro de mí. Me considero buena persona porque soy amable, respetuosa, prudente, trabajadora, solidaria, agradecida, jovial, etc. Aunque también puedo llegar a ser considerada “mala”…no niego que a veces soy enojona, fría y rencorosa. Puede que hasta desconsiderada. Sinceramente todo depende de la persona y del humor que tenga. Siempre he dicho…es mejor no hacerme enojar. ^^
“En una ocasión una maestra me pregunto, frente a todo mi salón, que si cual era mi mayor defecto. Yo conteste que era mi facilidad para estresarme por cualquier pequeñez. Ella sonrió y me dijo: “Entonces, ¿Qué harías para cambiar ese defecto?”. Yo solo eleve mis hombros y le conteste que nada, ya que si, cambiaba algo de mí, dejaría de ser quien soy. Después le mostré mi sonrisa, como un gato que acaba de devorarse a un canario.”
Desde aquel día comprendí lo importante de aceptarnos como somos. A diferencia de esa maestra, yo puedo sobrellevarme tal como soy en esta vida. El día que alguien me pida que cambie, me perderá para siempre.
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